Diabetes

La Unidad de Diabetes Ocular de la Clínica tiene como objetivo el tratamiento completo e integral de toda la gama de problemas y patologías oculares que presenta el enfermo con Diabetes, desde cataratas, problemas de retina y su posterior rehabilitación visual mediante la utilización de lentes o dispositivos especiales.

Los problemas oculares que con mayor frecuencia se asocian a Diabetes son Catarata y Retinopatía Diabética, esta ultima aparece después de 10 o 15 años de tener diabetes y es la culpable de dañar la visión, por esta razón es primordial detectarla lo mas pronto posible para tratarla de forma adecuada y evitar la ceguera.

La cirugía de la catarata en el paciente diabético puede llevarse a cabo en sus formas habituales, teniendo en cuenta una serie de condiciones especiales del paciente, por lo que se aconseja siempre la realización de una revisión previa minuciosa del mismo antes de la intervención.

Los problemas de retina del enfermo diabético, que suelen ser frecuentes y los que ocasionan la pérdida de agudeza visual en ocasiones irreversible, pueden tratarse siempre y cuando se detecten de una forma precoz, por lo que es fundamental que el paciente diabético realice revisiones periódicas.

 

La Retinopatía Diabética no proliferativa la tratamos generalmente mediante la fotocoagulación con láser de ARGON. Aplicamos 3 sesiones de rayo láser y al final en la mayoría de ocasiones aplicamos un antiangiogénico en forma intravítrea, esto es una inyección de un medicamento.

El tratamiento con rayo láser produce dolor durante su aplicación, y puede disminuir la visión, sin embargo, es el tratamiento adecuado y  LO ÚNICO que evita la ceguera por  diabetes cuando se coloca a tiempo. El láser no es para mejorar la visión sino para evitar perder lo que queda de visión, la inyección de medicamento y la cirugía si pueden ayudar a la mejoría visual en algunos casos.

La Retinopatía Diabética proliferativa requieren un tratamiento quirúrgico mediante vitrectomía combinada con láser para conseguir neutralizar todas las alteraciones secundarias de la enfermedad.

Una vez completado el tratamiento médico quirúrgico del enfermo, en ocasiones el resultado puede no cumplir las expectativas y el paciente precisa de una rehabilitación visual a través de la adaptación de sistemas especiales que permiten un mejor rendimiento de su baja visión.